jueves, 27 de mayo de 2010

RAMBO

Un día pasando en mi camioneta, vi a rambo y le llamé para ver si hacía caso o si era indiferente a mi llamado y cual va siendo mi sorpresa que si se acercó y hasta me tocó la mano con su hocico. Se me quedó viendo y no pude evitar enamorarme de él. Tengo muchos perros y un gato en mi casa, no puedo llevar a otro más, pero me arriesgué y un día le comenté a mi hija mayor que tiene una A . C. que protege a los perros, que había visto a un perrito muy lastimado y enfermito y que hubiera querido traérmelo a la casa aunque sea para curarlo y darle de comer, me dijo por qué no te lo trajiste, lo curas y luego lo damos en adopción. Y así fue que lo hice, cuando fui por él iba pensando que ya no lo encontraría, estaba muy nerviosa de no haber hecho eso antes. Con tan buena suerte que estaba ahí echadito entre el pasto crecido, le llamé y volvió a venir, pero no aceptaba que lo tocara, lo tuve que cargar envuelto en una cobija que llevaba, en el camino fue asustado, llegando a cas lo bajé y lo dejé en la cochera, le conté la historia a mi esposo y al otro día llamó al veterinario, lo fue a ver y le recetó unas vitaminas pues estaba bajo de peso y un medicamento especial para bañarlo pues tenía una enfermedad contagiosa en la piel, una orejita casi deshecha por el virus, hacía pipí como niña, no tenía fuerza de subir la patita, después de 4 baños que le dolía mucho la piel cuando se le pone el medicamento, gruñía, pero nunca intentó morderme, se enojaba con la medicina, luego se escondía en su casita, y no quería volver a salir de ahí, después de una hora mas o menos salía como si nada, habiendo olvidado el mal rato.

Ahora es un niño muy alegre, sano, guapo, pues tiene en su ojo derecho una mancha café cerca del ojo y mas lejos café mas obscuro, todo lo demás de su cuerpo es blanco, color que no creía que tuviera por lo sucio que se encontraba. Se ve muy tierno pues como que baila de la emoción de querer pasar pero no pasa.

Supongo que es muy joven, pero ha tenido malas experiencias de vida. Aun así es de carácter alegre, ya tiene amigos de la calle que lo van a visitar, pues está en la cochera de la casa, se duerme en su camita de cobijas y se ve que la adora, pues se acuesta con mucho gusto y disfruta la vida pues él confió en que la vida le iba a cambiar y así ha sido. Ahora vive con nosotros por lo pronto y si se puede encontraremos una mejor casa para él, donde sea el rey del hogar. Pues se lo merece por haber vivido tan difíciles momentos.

Come con mucha alegría lo que le des, y no pide más que ese pedacito de un patio para de ahí cuidarte como un león y amarte como el más tierno enamorado que puedas tener.

Su orejita, sanó, su piel está totalmente sana, sus ojitos también. Ahora hace pipí como niño y corre y disfruta de la vida.

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